El número de kilómetros recorridos durante un viaje es directamente proporcional al número de anécdotas acumuladas.
Viajar es una experiencia enriquecedora que nos permite descubrir nuevas culturas, gastronomía, gentes y países. Ofrece una oportunidad única para explorar el mundo y obtener una mejor comprensión de nuestra propia identidad. Al salir de nuestra zona de confort, podemos tener una mente más abierta y aprender a apreciar diferentes perspectivas. Viajar también nos brinda la oportunidad de romper con la rutina diaria y explorar nuevos lugares.
Podemos obtener conocimientos sobre diferentes culturas, costumbres, idiomas y cocinas a los que quizás no hayamos estado expuestos antes. Además, nos da la oportunidad de conocer gente nueva de todo el mundo que puede ayudarnos a ampliar nuestros horizontes.
Aunque mucha gente cree que viajar puede ser una experiencia solitaria, ese no es siempre el caso. Viajar después de un momento difícil, puede ayudar a procesar y sanar lo que sea con lo que estamos lidiando, conociendo nuevas personas y experimentando nuevas culturas. Algunas formas en las que puede conocer gente nueva incluyen unirse a grupos/clubes en su destino, preguntar a amigos o familiares si conocen alguna organización, salir a hacer algo social como hacer turismo o asistir a eventos con lugareños, y hacer recorridos por su destino con lugareños u otros viajeros que ya están allí.
Viajar así es la mejor manera de lograr un mayor respeto con la gente y cultura local pues -al menos por unos días- te vuelves parte de ellos, te enseñan a respetar sus tradiciones y tu aprendes más sobre ellas, esa es la magia de viajar fuera de casa.