Caminos de la Evangelización: Sonora

Introducción

Durante esta ruta recorreremos los pasos de Francisco Eusebio Kino, mejor conocido como Padre Kino. Padre Kino fue un misionero jesuita que nació en Italia en 1645 y viajó a México en 1681. Fue un explorador, cartógrafo, geógrafo y astrónomo que recorrió la región de la Pimería Alta, que hoy corresponde al noroeste de México y el suroeste de Estados Unidos. Fundó 20 misiones o visitas entre los indígenas, a quienes enseñó el cristianismo, la agricultura, la ganadería y las artes. Su legado fue la creación de una red de pueblos que se convirtieron en importantes centros poblacionales y culturales. Su herencia fue el sincretismo entre la fe católica y las tradiciones indígenas, que se refleja en la arquitectura, la música, el arte y las costumbres de la región. Padre Kino murió en Magdalena de Kino, Sonora, en 1711.

Sonora y Baja California son algunos de los escenarios más importantes de este recorrido, nos adentraremos en su cultura e historia pero también en una gran variedad de destinos turísticos que ilustrarán el camino, obra y trabajo del Padre Kino. Esta zona de la República Mexicana se caracteriza por sus paisajes, clima y por una gastronomía única. Visita este recorrido y con seguridad afirmamos que querrás volver más de una vez.

Itinerario

Ciudad de México, Colonia Roma

Día de arribo a la ciudad de México con asistencia en el aeropuerto y traslado privado al hotel en una zona céntrica de la ciudad. Cena de bienvenida y descanso.

Basílica de María de Guadalupe, Ciudad de México

El primer día inicia visitando la Basílica de NS de Guadalupe, una meta de peregrinaje que revela la ternura y compasión de una madre que bendice y protege a sus numerosos visitantes. En este santuario se puede celebrar la misa de inicio de la peregrinación, para después realizar una visita a la Catedral Metropolitana de la ciudad, baluarte religioso, arquitectónico y artístico donde confluye el arte virreinal y colonial. El día transcurre paseando por las calles del centro histórico de la gran ciudad de México, escuchando, admirando y conociendo una nueva cultura. Por la noche es altamente recomendable asistir al ballet folclórico de México de Amalia Hernández, en el majestuoso Palacio de Bellas Artes, punto de encuentro de arte y cultura mexicana e italiana

En el tercer día se inicia con un vuelo interno a la ciudad de Hermosillo, punto de partida de la ruta del Padre Kino. La también conocida como “Ciudad del sol” tiene tanto que ofrecer, desde paisajes naturales hasta cultura. Se comenzará con la visita a la Catedral Metropolitana de Nuestra Señora de la Asunción, considerada como el templo más importante de la arquidiócesis de Hermosillo, tiene una fachada de estilo ecléctico con elementos neo góticos y barrocos. A unos pasos se encuentra el Palacio de Gobierno, un edificio blanco con estilo neoclásico y sus icónicas columnas, por dentro exhibe unos murales en donde cuenta un poco la historia de México y Sonora, sin duda una manera muy artística de aprender sobre la ciudad.

A un costado está la Plaza Zaragoza, cuyo kiosco de estilo morisco fue traído desde Florencia. Siguiendo con la visita llegaremos a Villa de Seris, una postal histórica de la ciudad y un baluarte de gastronomía regional, un lugar con aspecto colonial y sencillo. Por último, está La Pintada, un lugar en donde encontraron más de dos mil pinturas rupestres. En estas pinturas los indígenas Seris y Pimas plasmaron la riqueza y diversidad de las figuras humanas y animales, sin duda un viaje al pasado. Se recomienda visitar el Museo de culturas populares e indígenas de Sonora y pasear por el centro urbano, en donde podrá encontrar un mercado municipal exquisito. Al siguiente día se desplazará a la Bahía de Kino, una de las playas más bellas y seguras de México. Bahía de Kino es uno de los lugares que el misionero jesuita Eusebio Francisco Kino visitó durante su misión evangelizadora y que inclusive ayudó a fundar. Aquí podremos disfrutar de sus paisajes coloridos y sus miles de actividades que ofrece.

Retomando la ruta, antes de llegar a nuestro destino, visitaremos Cucurpe, Ímuris y Cocóspera, en donde nos encontraremos con las antiguas misiones fundadas por el Padre Kino. Comenzando con Cucurpe, un lugar donde originalmente habitaban los pueblos indígenas Opata y Pims, de facto Cucurpe proviene de la palabra Opata cucupa que significa “donde la paloma llama”, es aquí donde el misionero Kino arribó para emprender su trabajo significativo de evangelizar. Aquí podremos ver las ruinas de la Misión Los Santos Reyes y petroglifos a lo largo de los ríos que cruzan pintados por los antiguos habitantes. La segunda parada será en Ímuris, se podría decir que es una especie de oasis en el desierto ya que está rodeado de áreas verdes.

Ímuris era hogar de la tribu Prima Altos, y después fue ciudad fundada por el Padre Kino, en donde también fundó la Misión San José de Imuris. La última parada antes de nuestro destino será Cocóspera donde antes vivían los indígenas Prima Altos. En este pintoresco valle el Padre Kino fundó la Misión de Nuestra Señora del Pilar y Santiago de Cocóspera, la cual hoy en día sigue en pie. Siguiendo el camino, se llegará al pueblo mágico, Magdalena de Kino. Este fascinante lugar lleno de historia, fue fundado por el Padre Kino como pueblo misión. Comenzamos la visita con el Palacio Municipal, el cual cuenta la historia del pueblo y del estado de Sonora por medio de vitrales y un mural. A unos pasos encontraremos la Plaza Monumental donde se encuentra la Cripta del Padre Kino en donde hay documentos que cuentan la historia de las misiones, y se custodian sus restos; También encontraremos el Templo de Santa María Magdalena, construida en el sitio en donde estaba construida la misión original. Se recomienda visitar el Corredor Histórico Cultural en donde es posible comprar artesanías y gastronomía típica.

Siguiendo con la ruta nos dirigiremos a Caborca, sin embargo, haremos unas paradas en algunos pueblos donde el Padre Kino fundó misiones. La primera

en Tubutama, aquí se encuentra el Templo de San Pedro y San Pablo. La segunda misión será el pueblo de Atil, un pueblo antes habitado por la comunidad de indígenas Pima donde hoy en día está el Templo de Santa Teresa. La tercera parada será en el pueblo de Oquitoa, un pueblo en donde la agricultura y la ganadería son su principal fuente de economía. No solo es una tierra muy fértil pero también es un pueblo con mucha historia, pues es también un pueblo misión fundado por Padre Kino. Aquí se puede encontrar

la Misión de San Antonio de Oquitoa, la cual fue renovada por los franciscanos y hoy en día es una parroquia activa. La última parada antes de nuestro destino es Pitiquito, en este encantador pueblo se encuentra la nueva Misión de San Diego Pitiquito, debido a la que el padre Kino construyó quedó destruida, los franciscanos construyeron otra en el mismo lugar. Llegando a nuestro destino Caborca, o mejor conocido como “La perla del desierto de Sonora’’. Un pueblo en donde se encuentra el Mar de Cortés con el Desierto de Sonora. Aquí se encontrará la Iglesia de Purísima Concepción donde antes estaba la misión fundada por el padre Kino, que fue remodelada por los franciscanos. En su exterior se puede ver los elementos con detalle, las torres simétricas, los balcones y los ventanales. Ahí mismo está un jardín botánico el cual se puede ir a visitar y disfrutar de los aromas que dejan. Se visitará también la Casa de la Cultura, un edificio en donde hay murales y exhibiciones que cuentan la historia de la región. Por último, se visitará el Cerro de la Proveedora donde verán varios petroglifos pintados en las piedras del cerro, y claro acompañados de una hermosa vista y una gran variedad de plantas. Se recomienda visitar la Casa de las Artesanías para comprar dulces y objetos típicos.

Retomando nuestra ruta llegamos a Mexicali o la ciudad que capturó el sol, como le dicen los locales. Mexicali ofrece todo tipo de turismo pues lo moderno y la historia van de la mano dando experiencias únicas El primer lugar que se visitará será la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, un colorido templo que con su sencillez e iluminación le dan vida a la ciudad. En el interior del templo se encuentra una imagen de la virgen María y un Cristo crucificado. Siguiendo con la visita, se encontrará con el Pasaje de Arte, un espacio público dedicado a la promoción del arte local, donde los artistas exhiben murales que iluminan los edificios y una galería de arte. Por último, se visitará el Río Hardy, el único río en donde es posible navegar en el estado de Baja California, por ello se puede dar un paseo en kayak y visitar sus restaurantes o recorrer los alrededores en bicicleta, definitivamente un lugar para relajarse. Se recomienda visitar el Cañón de Guadalupe, a unos minutos de Mexical, lugar de descanso con jacuzzis de aguas termales y un cielo totalmente despejado. También se recomienda comer en el centro de la ciudad en donde se ponen varios Food Trucks con diferentes tipos de gastronomías.

Retomando la ruta se llegará a un lugar verdaderamente mágico, el Valle de Guadalupe. Famoso por sus deliciosos vinos y sus degustaciones gastronómicas, este lugar es ideal para relajarse y divertirse. No solo es un lugar en donde el paladar quedará con un sabor exquisito, es también un lugar lleno de historia. Los monjes jesuitas y dominicos, que llegaron para evangelizar, fueron los que plantaron las primeras vides, pues se dieron cuenta del potencial de la tierra. Años después de que los monjes fueran expulsados, una comunidad religiosa rusa de cristianos, compró un terreno en el Valle de Guadalupe para establecer viñedos y de ahí comenzó la historia. Hay vinos para todos los gustos, por lo que es recomendable organizar la propia ruta de viñedos para disfrutar al máximo las degustaciones. Aquí señalamos algunos de los favoritos: Concierto Enológico, Cuatro Cuartos, Xecue Vinícola y L.A. Cetto. Si busca otra actividad aparte de los viñedos, se puede visitar el Museo de la vid y el vino, una excelente idea para conocer sobre la historia, la industria y la identidad del vino, así como su relación con el arte. Para una actividad de aventura, el Salto de Guadalupe es la mejor opción, un rincón de naturaleza con una caída de agua en donde se puede realizar actividades como escalar, rappel o senderismo.

El último destino es Ensenada, un lugar perfecto para terminar la ruta y descansar, a orillas del Mar de Cortés y el Océano Pacifico. A parte de pasear por el centro, es posible visitar el malecón de Ensenada, un lugar en donde se puede disfrutar de la brisa del Océano Pacifico, apreciar sus atardeceres multicolores y claro disfrutar de su gastronomía basada en mariscos frescos. Por último, se tomará el avión hacia la Ciudad de México para después regresar a casa.

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    Diana González

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